miércoles, 24 de abril de 2013

Andresillo y Margaret Thatcher


Los españoles, somos tan renuentes a los cambios, que hasta que no leemos el obituario no tomamos conciencia de los mismos. No nos hacemos a la idea de lo que ha supuesto la actuación del Papa Emérito Benedicto, en su final de pontificado, cuando renuncia para que un nuevo Francisco, que no olvidemos fue Obispo de Oca, todo un símbolo, reconstruya su Iglesia.
Coincidiendo con la visita de Primer Ministro David Cameron a Madrid, para visitar a su homólogo español, ha fallecido una de las últimos líderes europeos de carácter liberal, la expremier inglesa Margaret Thatcher. Curiosamente, se podría decir que ambos primeros ministros no son ni tan liberales, ni siquiera se sabe muy bien qué son. Practicando la misma política económica de gasto público, con una severa poda en los servicios sociales, que no de las subvenciones a los sectores clientelares, y con una subida generalizada de impuestos y tasas, hacen menos malos a sus predecesores socialistas, a la hora de generar dudas y pocos empleos. Podría decirse que son socialistas de derecha, y es ésta la penitencia, que tanto en Francia con gobiernos antiliberales, como en los países endeudados del sur, nos han impuesto nuestros acreedores financieros, para seguir prestándonos ingentes sumas de dinero, ante la inoperancia del Banco Central Europeo a la hora de fabricar dinero para pagar nuestra deuda. La deuda de los países desarrollados, se asemeja a la de la posguerra, pero aquí hay demasiada gente esperando. Y pensar que la subida del IVA, que se podría haber evitado quitando las subvenciones a partidos de sobre y maletín, opacos sindicatos huelguistas y ONGs partidarias del escrache (violencia light o piquetería informativa que diría el actual Presidente del Tribunal Supremo) o del acoso a las familias de los políticos de la derecha. Estos partidos de centro son especialistas en subvencionar al enemigo, y que pague la clase media de los desmanes de la complacencia con la violencia tanto doméstica, escolar o hasta yihadista, en su grado de tentativa.
Ha fallecido también el economista y novelista, José Luis Sampedro. Disfruté con sus novelas, pero sobre todo nunca olvidaré el primer libro de economía política que leí suyo, Conciencia del Subdesarrollo. La terminología usada para explicar el dualismo, es hoy aplicable a una clase media quebrada por la crisis de valores. Curioso fue un artículo sobre la previsión de cómo sería el mundo en el año 2000, escrito en los felices 60. En muchas cosas acertó, en lo que se equivocó de plano es en la conjunción multipartidaria en la estupidez política, la burocratización estatal, y en el Siglo de Oro de la corrupción en España. Lo de los movimientos antisistema, ni se veía venir ni se esperaba, habida cuenta del ómphalo en el que se había sacralizado la clase política. Descansen de todas maneras, en paz.

Y es que acabo de leer un sencillo, breve y delicioso cuento de Don José Jiménez Lozano, que bajo el leitmotiv del encuentro de Don Quijote con el pobre Andresillo, nos traslada a lejanos escenarios donde la justicia se ve mediatizada, como siempre, por la corrupción del poder político. Yo tuve un maestro que se llamaba Don Eugenio, y que podría habernos desvelado, en aquellos postreros años de la dictadura en la que transcurrió mi niñez, lo que nos esperaba en el Futuro lejano. Pero eso será verdad ¿no? Sin duda, siempre habrá razones de estado que preservar o conveniencias que compartir, para hacernos pensar que es mejor que no cambie nada en el fondo, a que España vuelva a dar un paso por delante de los demás.
Mientras tanto el Quijote español seguirá siendo leído, admirado y hasta imitado. Los grandes líderes europeos, los grandes escritores; también querían cambiar el mundo. En el caso de Margaret Thatcher, como de otros grandes,  podemos decir sencillamente que lo lograron. Nosotros hemos aportado a Sancho Panza o a Andresillo.
Andresillo no ha muerto, se entiende a palos,  todavía. Sigue vigente. Está convencido, que con unos meses más cediendo su sueldo íntegro al estado, sería bueno que éste no hiciera tantos recortes. Mientras sus hijos siguen buscando empleo, y no en lugares lejanos como en el allende Qatar; mientras que se está estudiando el barroco manual de la Agencia Tributaria de este año, para pechar con su anual obligación de declarar a la hacienda sus precarios ingresos. En España es tan difícil pagar al mantenimiento del Estado por la mayoría, como fácil es no hacerlo sin que les pase nada a unos pocos privilegiados. Ni que decir tiene, que siendo muchos los aforados, todavía los políticos piensan en que faltan muchos más, por el qué dirán si los señalan. Todo para que los Españoles, en el colmo, seamos más ricos que los Alemanes; porque tenemos poco trabajo, pero según EUROSTAT,  tantas casas y terrenitos en propiedad, que no damos abasto. Luego te vienen con las expropiaciones ad hoc, aportación ingeniosa de los socialistas andaluces (líbrenos Dios de la corrupción de la peste que baja de Castilla y del hambre de corrupción  que sube de Andalucía), y nos damos cuenta que sin duda, que el alma de Margaret Thatcher, bien pudiera jugar sobrevolando sonriente, con impecable  traje de chaqueta y bolso a juego, en esos molinos aerogeneradores subvencionados que pusieron cerca del pueblo de Sara Montiel; que también descansa, como el liberalismo en España, en la noche de los tiempos.
“La libertad, amigo Sancho y amigo Andresillo, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y se debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres”. 

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